¿Qué es Animus?

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Historia del Yoga (2)

Yoga Vedántico
El vedanta es un darsana dedicado a la correcta interpretación de los vedas. Gaudupa (S. VII) es el primer filósofo del vedanta y Sankara (S. VIII), el más importante de todos. No se trata de que el mundo es pura ilusión, es algo muy real, es Brahmán. El mundo de las apariencias que se presenta a nuestros sentidos es como ilusión de lo real. No es que no exista, sino que se trata de la mera apariencia de brahmán, lo único existente. El alma individual (jiva) es una manifestación más de brahmán, del absoluto. A causa de su ignorancia (avidya), el alma está presa en las mágicas redes de la ilusión (maya), experimentando el sentimiento de construir un "yo" propio.

La liberación se obtiene rasgando el velo de maya, sobreponiéndose a la ilusión del "yo" y percatándose de la propia identidad con el brahmán. La vieja idea upanisádica de la liberación por el conocimiento y la identificación con el fondo absoluto del universo. Ramanuja, en el siglo XI, sostuvo que el mundo, el alma y Dios (Isvara) son realidades distintas, aunque no separadas. Dios es como el espíritu del cuerpo, constituido por el mundo y las almas, que juntos forman el brahmán. Así todo está en el brahmán, pero las almas individuales son distintas de Dios. Esta tesis ayudó a fundamentar el movimiento devocional del Bhakti, que busca la salvación, no en la identificación intelectual de Dios, sino en la devota sumisión.

La filosofía vedanta sigue viva y constituye la base intelectual de pensadores indios del siglo XX, tales como, Vivekananda, Aurobindo o Radhakrisna.

Yoga Búdico
Esta etapa del yoga coincide con la venida y vida de Siddharta Gautama (563 AC-483 DC), maestro e iniciador del budismo, quien nació en el reino de una familia perteneciente a la ksatriya (casta guerrera) de los Sakya. Siddharta, “el que ha alcanzado su meta”, después fue conocido por Sakyamuni, “el asceta silencioso de los Sakya”, o Buddha, “el despierto o iluminado”. Desde muy joven, el príncipe era experto en el tiro al arco, esgrima y natación, así como en el conocimiento de las ciencias y lenguas. Casado con su prima, la bella Gopa Yasodhara, Siddharta no pudo soportar el ocio dorado que le imponía el rey y abandonó su palacio por el bosque, a la edad de 29 años.

Con ermitaños de la secta Udraka Ramaputra, el asceta Alada Kalaya y después con los Brahmanes, comprendió como debía encontrar la verdad y se retiró cerca de Gaya. Allí, cerca del río Neranjara, se propuso meditar sin darle más atención a las necesidades del cuerpo. Cinco yoguis, vecinos de la misma selva, se acercaron a él pero lo dejaron solo cuando vieron que abandonaba su ayuno. Sin embargo, esa noche se convirtió verdaderamente en un buda por la completa realización.

Gautama se había vestido con un sudario que encontró sobre una tumba y cerca de una higuera sobre un montón de heno se sentó en posición de loto y declaró: “Aunque mi piel se deseque, aunque mis manos se ajen, aunque mis huesos se disuelvan, hasta que yo no haya podido penetrar la ciencia yo no me moveré de aquí”. Mara, el rey de los infiernos le envió las tentaciones habituales ofrecidas a los ascetas, pero el buda permaneció impasible ya que él había encontrado la verdad.

Pensó entonces en los cinco discípulos que lo habían abandonado antes, y fue a ellos a quienes hizo escuchar primero, las palabras de la salvación. En Benarés se reunió con ellos a orillas del Ganges y declaró: “Yo soy el santo, el perfecto, el supremo buda. Abrid los ojos, ¡oh! monjes. Escuchadme, la vía ha sido encontrada”. Es entonces cuando les enseña la Gran Lección, conocida después como el Sermón de Benarés.